lunes, 16 de agosto de 2010


No sé ni como , ni la razón, pero sentí latir a 1000 por hora , no quiero, no me gusta, no ...

Tal vez fue que viniese todo de sorpresa, esa sonrisa hiperbólica que arregla y para el mundo , ese olor a ganas de vivir , esa piel de terciopelo , esa espalda en la que perderse , ese pelo en el que vivir , sus palabras, sus sueños, su boca durmiendo.

Me alejo, estoy lo suficientemente a distancia como para saber que sigue latiendo a la misma velocidad, y que quizás esta vez sea Quincampoix , pero por si acaso, volveré a repetirme "Voilà, ma petite Amélie, vous n'avez pas des os en verre. Vous pouvez vous cogner à la vie. Si vous laissez passer cette chance, alors avec le temps, c'est votre cœur qui va devenir aussi sec et cassant que mon squelette. Alors, allez-y, nom d'un".

"-Señorita, cree usted en los milagros?
-Hoy no."